viernes, 11 de mayo de 2012

La mirada delirante, Vértigo 1958


Vértigo, una de las películas más famosas de Alfred Hitchcock, cuenta con un estricto punto de vista por parte del narrador; se puede observar en este film del cineasta, como a veces se toma la mirada de uno u otro personaje para contar la historia, lo que convierte la información que reciben los espectadores en una información parcializada; y es a este tema, al que nos dedicaremos en este ensayo.
La película cuenta la historia de John “Scottie” Ferguson quien es un detective retirado aquejado de acrofobia. El personaje es utilizado por “Gavin Elster” (un antiguo compañero de Universidad) para que vigile los movimientos de su esposa “Madeleine” a la que considera loca y poseída por el espíritu de una mujer muerta, Carlotta Valdés.
Ésta es la historia que el narrador nos muestra en un principio desde la perspectiva de Scottie, pero el filme obtiene verdadero sentido a raíz de la unión de las perspectivas de los personajes principales: Scottie y Madeleine. Se generan entonces dos puntos de vista dominantes en el relato, uno en cada sección de la película, ya que esta está ligeramente dividida en dos partes.
En un principio, la perspectiva de Scottie, dudosa, insegura, llena de suspenso e incertidumbre son las características que definen la primera parte del filme; una mirada llena de amor hacia Madeleine, un personaje difícil de descifrar por la gran cantidad de misterios que surgen a su alrededor.
Todo lo que sucede desde la mirada cero de Jhonny es porque es una perspectiva muy subjetiva del personaje, lo que ahí sucede tiene significado únicamente porque el personaje se lo da, ya que como en un inicio se indicó, la información que recibe el espectador es parcializada, lo que genera que la perspectiva que se muestra en el momento, se la perspectiva del espectador también.
Por otro lado, se tiene el punto de vista de Madeleine, el cual surge un poco después de la mitad de la película, con el único fin de atar cabos sueltos y brindar al espectador la otra cara de la moneda, la otra perspectiva que une toda la información y confronta la historia real del filme; generando así el clímax del mismo.
Se logra observar entonces, la inocencia de Madeleine, descubriendo a su vez el origen de un asesinato del que Jhonny fue testigo y por su falta de información no era de su conocimiento, inclusive el mismo espectador es testigo del asesinato y no se da cuenta sino hasta el segundo punto de vista que nos brinda el narrador, todo esto generado por el juego de miradas que atribuye inclusive, a aumentar el suspenso (típico en Hitchcock).
La mirada subjetiva que el narrador adopta como suya, algunas veces en Scottie, otras en Madeleine, da la posibilidad de contar la historia desde varias perspectivas como anteriormente se menciono; conforme el narrador asume una determinada mirada, se introduce una variación con respecto a la perspectiva del mundo y a la sensación del personaje de quien surge la mirada. 
Como lo analiza Castro de Paz (s.f.) “Parece claro, sin embargo, que existen unas fórmulas más o menos codificadas a la hora de representar lo que mira un personaje inmóvil”. El autor hace referencia aquí, al momento en que Scottie sufre una crisis de acrofobia, ya que menciona que si el personaje únicamente gira sus ojos o su cabeza y observamos la mirada del personaje podemos descubrir el temor a las alturas expresado en una pasión mentalmente enfermiza con solo mover sus ojos hacia atrás.
Las distancias cero o las distancias mayores se logran observar principalmente en los viajes de los personajes, los momentos en que conducían a determinado lugar eran esenciales para demostrar la mirada subjetiva del personaje lo cual inducia a una interpretación de lo que pensaban en ese momento según la perspectiva de lo que se enfocaba en la escena.

Finalmente, es importante rescatar que la distancia que enfoca el narrador en determinadas escenas se pueden relacionar con las valoraciones que tiene el mismo del personaje; lo acerca o lo aleja según la intensidad de la situación y más aun, según la acción errónea o certera que realice el personaje.
Vértigo no es simplemente la representación de una mirada y su objeto, sino el resultado de un trabajo significante empeñado en transmitir la relación mental que un sujeto establece entre su mirada y lo que ve. 

Bibliografía Citada
Castro de Paz (s.f.). Travelling: mirada y delirio («Vértigo», 1958, Alfred Hitchcock) Tomado el día 10 de mayo de 2012 desde http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/travelling-mirada-y-delirio-vertigo-1958-alfred-hitchcock--0/html/ffa5d592-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html
Bibliografía Consultada
Davichof (2006). Alfred Hitchcock: Vértigo (de entre los muertos). Tomado el día 11 de mayo de 2012 desde http://davichof.lacoctelera.net/post/2006/07/02/alfred-hitchcock-vertigo-de-entre-muertos-1-



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